Christophe Dumas, director de operaciones del Telescopio de Treinta Metros (TMT)
Hace ya algunos años, desde el Consorcio Internacional del Telescopio de Treinta Metros, la Organización No Gubernamental que impulsa este proyecto científico, tomamos la decisión de que, en caso de que la construcción del que será el telescopio más grande del hemisferio norte no se pueda llevar a cabo en Hawái, La Palma sería el lugar idóneo para llevar a cabo su instalación. El observatorio de El Roque de Los Muchachos, ubicado en esta preciosa isla, es un lugar excelente para la observación astronómica que permitiría al TMT alcanzar unos resultados científicos excepcionales.
Desde entonces tuvimos claro que era fundamental que el conjunto de la sociedad se sintiese partícipe del proyecto, desde las organizaciones sociales y empresariales a los legisladores, partidos políticos y el resto de actores implicados en una iniciativa de estas características. El espíritu del TMT es ser un buen vecino de su comunidad, y hacer a todos partícipes del proyecto es la forma de conseguir que sea así.
Precisamente por ello, quiero mostrar mi agradecimiento como director de operaciones del TMT, y en nombre de todo el equipo, por el apoyo recibido hace unos días en el Senado por parte de todos los grupos políticos con representación parlamentaria para que el TMT pueda instalarse en las cumbres del Roque de los Muchachos.
Para nosotros es un tremendo honor y un hito a destacar en la historia del proyecto que la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades de la cámara territorial española haya debatido y analizado una moción de estas características. Más aún nos anima que el resultado final haya sido el consenso y aprobación de todas las fuerzas parlamentarias, lo que nos hace ver que contamos con la responsabilidad y el buen hacer de los actores políticos españoles. Decisiones como esta dan seguridad e impulso al proyecto.
Los esfuerzos realizados por las administraciones españolas, canarias y, palmeras en particular para promover la ciencia astronómica son loables y productivos. Prueba de ello es el trabajo que en su momento realizó la administración para sacar adelante una ley pionera, “La Ley del Cielo”, cuyo objetivo es la conservación del cielo con el fin de evitar los efectos adversos de la luz artificial.
Llevar a buen término el proyecto es un camino largo, y desde el TMT, seguimos realizando todos los trabajos necesarios para que el TMT, en caso de resultar oportuno, pueda instalarse en “La Isla Bonita”.
No quiero terminar estas líneas sin reiterar el agradecimiento a la Cámara Alta y a sus representantes, que son los de todos los españoles, por el compromiso que ha mostrado con este proyecto, al Instituto de Astrofísica de Canarias, y su director, D. Rafael Rebolo. Tampoco quiero olvidarme de todas las organizaciones, personalidades y amigos que están ayudando día a día y que hacen que el TMT sea un proyecto de todos y para todos.
Seguimos trabajando.
